martes, 15 de marzo de 2016





Lamentablemente, la idea de que el transporte público es para quienes no pueden permitirse un coche está muy extendida. Es la misma que la de los jóvenes que desean cumplir los 18 para sacarse el carnet, comprarse un coche (que pagarán durante años) y no volver a pisar un autobús. Y es que parece que a muchos no les cabe en la cabeza que hay quienes preferimos movernos de manera sostenible, aunque tengamos otras alternativas.

Preferimos utilizar un medio que es mucho más seguro , más eficiente  energética mente, que nos permite aprovechar mejor el tiempo.

De hecho, cuando nosotros decidimos coger el metro o el autobús, también estamos beneficiando incluso a quienes no lo usan, al evitar que crezca la contaminación y liberar espacio público en las calles. 
Lamentablemente, parece que no somos capaces de considerar que el transporte público es para todos . En otras ciudades de Europa es común ver en un coche de metro tanto a impecables y trajeados hombres de negocios como a estudiantes que van a la universidad cruzarse con amas de casa. Mientras tanto, en España tenemos interiorizada la imagen de que el transporte público es el coche escoba que recoge a todos los que si no, se verían obligados a arrastrarse por las calles. Y quienes lo utilizan y no encajan en esta definición, muchas veces se avergüenzan de ello.

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